Esta oficina de 25 m2 era muy viejita y oscura pero tenía mucho potencial, sólo había que sacarlo a relucir. El protagonista claro de esta reforma integral fue la pared de ladrillo original, la cual se recuperó para darle el aire industrial que buscaban los clientes. Asimismo, el espacio se optimizó al máximo para albergar una sala de reuniones, cuatro puestos de trabajo, un recibidor y varias zonas de almacenaje. Para ellos se diseñaron diferentes muebles a medida, ya que aprovechar cada rincón de esta pequeña oficina era clave. La iluminación también fue crucial para hacer el ambiente cálido y funcional.
“Este despacho era pequeño pero su forma cuadrada y los muebles a medida que diseñamos permitieron aprovechar cada metro, convirtiéndola en una oficina multifuncional”
